Reproducción del jazmín silvestre.
Recolecta y siembra del Jasminum fruticans.
Se recogieron las semillas en el otoño, en el mes de Octubre-Noviembre más o menos. Esta semilla se mantiene muy bien en la planta hasta bien entrado el invierno si las aves no dan buena cuenta de ellas. En su recogida conviene tener cuidado con ellas, ya que es un fruto que mancha mucho de un color entre negro y morado, similar al de las moras. Una vez recogidas, se limpiaron a mano en agua, con cuidado, ya que la semilla que hay en el interior del fruto es algo delicada. Una vez limpias, se sembraron a voleo en un sustrato especial de semillero para que no se apelmazase y estuviese algo suelto, con el fin de que la raíz cuando saliese pudiese respirar y desarrollarse bien. Después se mantuvieron todo el invierno en el exterior con algo de humedad, pero sin pasarse de agua.
Germinación de las semillas de jazmín silvestre y repicado.
En este año 2023, gracias a la calidez de la primavera, las semillas de jazmín silvestre germinaron excepcionalmente rápido, siendo la primera especie prácticamente.
En sus primeras etapas, se trata de una planta muy delicada, por lo que se puede partir si sufre algún mal manejo, y es que sale una raíz pivotante muy larga y delgada con la que hay que tener mucho cuidado a la hora de repicar. Por eso, cuando repico, hay que sacarlas con un objeto de punta plana de abajo hacia arriba como hago en el vídeo que enlazo en la parte superior del artículo.
La propagación de Jasminum fruticans, conocido comúnmente como jazmín silvestre, mediante semillas ofrece un método alternativo para la multiplicación de esta especie, pese a que la reproducción asexual sigue siendo preferente para la mayoría de las variedades de Jasminum. El ciclo reproductivo de jazmín silvestre culmina con la formación de bayas que, al madurar, albergan las semillas necesarias para la perpetuación de la especie.
La recolección y almacenamiento de las semillas de Jasminum fruticans requiere una atención meticulosa para preservar su viabilidad. Las semillas deben ser extraídas de las bayas maduras, secadas con cuidado y almacenadas bajo condiciones controladas de humedad y temperatura. El empleo de sobres de papel y contenedores herméticos facilita la conservación de las semillas en un entorno óptimo hasta su siembra.
El proceso de germinación de las semillas de Jasminum autóctono exige un tratamiento de estratificación fría para simular las condiciones naturales adversas que normalmente inducirían el fin de la dormancia semillar. Este procedimiento implica mantener las semillas a baja temperatura durante un período establecido antes de su implantación en un medio de cultivo adecuado, que debe ofrecer buena capacidad de drenaje y mantenerse dentro de un rango térmico de 20 a 25°C bajo condiciones de luz indirecta, condiciones estas fundamentales para el adecuado desarrollo de las plántulas.
Los cuidados posteriores implican una rigurosa gestión del riego para evitar el encharcamiento del sustrato, lo cual es crucial para prevenir el desarrollo de enfermedades fúngicas y asegurar un crecimiento saludable de las plántulas. A medida que las jóvenes plantas del jazmín silvestre avanzan en su desarrollo, puede ser necesario su traslado a contenedores más amplios o su plantación definitiva en el jardín, considerando siempre las necesidades específicas de la especie en cuanto a exposición solar, tipo de suelo y frecuencia de riego.
La propagación de Jasminum fruticans por semillas, aunque requiere una inversión considerable de tiempo y esfuerzo, contribuye al entendimiento de la biología reproductiva de la especie y permite la conservación de su diversidad genética. Además, este método posibilita la observación detallada de las etapas tempranas de crecimiento de la planta, ofreciendo insights valiosos sobre sus requerimientos ambientales y adaptaciones específicas.
Crecimiento
El crecimiento del jazmín se puede considerar un crecimiento continuo y a buen ritmo, eso sí, se tiene que dar una serie de condiciones para que no se estropeen y se consiga un buen desarrollo. Una de las condiciones es que tienen que estar en una zona abierta bien ventilada (Exterior) y que le de el Sol directo unas cuantas horas al día, y es que el jazmín silvestre es una especie mediterránea que gusta de climas cálidos y secos, y es por eso que otra de las condiciones es que el riego ha de ser adecuado, dejando secar el sustrato en sus primeros dos centímetros más o menos entre riegos, y con un sustrato aireado, que no se apelmace. Con ésto, evitaremos la aparición de hongos.
En lo que a riego se refiere, dependerá mucho de la ubicación que tenga la planta, ya que no es lo mismo que tenga 8 horas de Sol directo que 4 horas, pero sí es conveniente no tenerlos húmedos continuamente sin dejar secar el sustrato, que como he dicho antes, los hongos en esta especie se han de tener muy en cuenta, ya que pueden dar al traste con nuestra producción.
Guía para Plantar Jazmín sin Raíz
El jazmín es una planta apreciada mundialmente por su fragancia embriagadora y su belleza estética. Aunque tradicionalmente se reproduce a través de esquejes con raíces, es posible propagar jazmín sin raíz, utilizando un método conocido como propagación por esquejes. Esta guía paso a paso facilita el proceso, haciéndolo accesible incluso para los jardineros principiantes.
Selección de Esquejes
El primer paso en la propagación de jazmín sin raíz es la selección de esquejes. Busca brotes jóvenes y saludables, preferentemente de crecimiento reciente. Estos deben ser flexibles y de un color verde vibrante, indicativo de su vitalidad. Corta un segmento de aproximadamente 10 a 15 cm de longitud, asegurándote de hacer el corte justo por debajo de un nodo, que es el punto de donde las hojas emergen del tallo.
Preparación de Esquejes
Una vez que tengas tus esquejes, es crucial prepararlos correctamente para maximizar sus posibilidades de éxito. Retira las hojas de la mitad inferior del esqueje para evitar la deshidratación. Luego, sumerge el extremo cortado en hormona de enraizamiento. Este paso no es obligatorio, pero puede significativamente aumentar las tasas de éxito al estimular el desarrollo de las raíces.
Medio de Plantación
Elige un medio de plantación ligero y bien drenado. Una mezcla de turba y perlita es ideal, ya que retiene la humedad necesaria sin saturar los esquejes. Llena un recipiente con esta mezcla y humedécelo bien antes de insertar los esquejes preparados.
Plantación
Haz un pequeño agujero en el medio de plantación con un lápiz o un palito. Inserta el esqueje tratado con hormona de enraizamiento en el agujero, asegurándote de que las áreas desnudas donde se retiraron las hojas estén completamente bajo el suelo. Presiona suavemente alrededor del esqueje para asegurar el contacto con el medio.
Condiciones de Crecimiento
Coloca el recipiente en un lugar que reciba luz indirecta y mantén la humedad ambiental alta. Esto se puede lograr cubriendo el recipiente con una bolsa de plástico transparente, creando un efecto invernadero. Sin embargo, es vital ventilar regularmente para prevenir el moho y otras enfermedades.
Cuidados Posteriores
Mantén el sustrato constantemente húmedo pero no saturado. En unas semanas, los esquejes deberían comenzar a desarrollar raíces. Una vez que esto suceda, puedes empezar a aclimatarlos a condiciones menos húmedas gradualmente.
Trasplante
Cuando los esquejes estén bien establecidos y muestren nuevo crecimiento, es hora de trasplantarlos a su ubicación final. Asegúrate de elegir un lugar que cumpla con los requisitos de crecimiento del jazmín, incluyendo suelo fértil, bien drenado, y acceso a sol pleno o sombra parcial.
Conclusión
La propagación de jazmín sin raíz es un proceso gratificante que no solo amplía tu jardín sino que también ofrece una profunda satisfacción personal. Siguiendo estos pasos cuidadosamente y proporcionando a tus esquejes las condiciones adecuadas, puedes esperar disfrutar de la belleza y fragancia del jazmín en tu propio espacio.